Redacción Farmacosalud.com
Un estudio realizado por la Universidad de Barcelona, el IDIBAPS (Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer) y el Hospital Clínic de la capital catalana ha permitido desarrollar una terapia CAR-T anti BCMA cuyos resultados son “muy, muy buenos” a la hora de tratar el mieloma múltiple (MM), según revela a www.farmacosalud.com el Dr. Joan Bladé, hematólogo y consultor sénior de la Unidad de Amiloidosis y Mieloma del Hospital Clínic. Los datos del ensayo, que ha incluido a 30 pacientes de 5 hospitales españoles, serán dados a conocer en el próximo Congreso Americano de Hematología, que se celebrará el próximo mes de diciembre.
La nueva terapia no hace más que confirmar los enormes avances que se han logrado en los últimos años frente a esta enfermedad cancerosa de la médula ósea. La evolución terapéutica observada se divide en las siguientes fases:
a) la historia de los progresos empieza en 1999, cuando se publican datos sobre la actividad de talidomida (fármaco, no obstante, asociado a graves eventos adversos en fetos) contra el MM. Con el paso de los años, la eficacia y toxicidad de este medicamento, el primero de la familia de los IMiDs o inmunomoduladores, ha ido perfeccionándose (más eficacia y menor toxicidad) como tratamiento del mieloma múltiple.
b) en 2002 se empezaron a emplear los inhibidores del proteasoma. De su inicial administración endovenosa se ha pasado a la vía subcutánea, lo que ha comportado que su toxicidad sea mucho menor.
c) hace unos 8 años llegaron los denominados anticuerpos monoclonales anti CD38. Esta proteína, la CD38, está presente en la célula plasmática del mieloma, lo que la convierte en la diana de los nuevos anticuerpos monoclonales
d) La reciente combinación de los IMiDs, inhibidores del proteasoma y anticuerpos monoclonales han permitido aumentar “enormemente la potencia del tratamiento, la tasa de respuesta, la profundidad de respuesta y la duración de la misma”, afirma el Dr. Bladé. De hecho, ya con estos tratamientos y con el autotrasplante de progenitores hematopoyéticos en pacientes candidatos al autoinjerto (generalmente sujetos menores de 65 años) “llegamos incluso a la curación en hasta un 20% de estas personas”, en quienes la afección no reaparece a los 10 años de haber recibido el tratamiento, de ahí que se les considere “potencialmente curadas”, especifica.
e) Actualmente, “estamos en el boom” de lo que se llama terapia CAR-T (terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos), que es una estrategia “más inmunológica”, explica el Dr. Bladé.
f) Hoy en día se está viviendo, asimismo, el auge de los conocidos como bioespecíficos BITES [BiTES], o tratamientos con anticuerpos anti BCMA. Cabe precisar que el BCMA es un antígeno presente en la superficie de la célula del mieloma. Los bioespecíficos son tratamientos que han estado aplicándose en fases avanzadas de la enfermedad, pero que ahora ya están siendo incorporados también en fases más precoces.
“La supervivencia ha mejorado de forma espectacular”
“La esperanza de vida de los pacientes de MM ha cambiado radicalmente y cambiará aún más con la disponibilidad de los tratamientos desarrollados en los últimos años, y con la disponibilidad de los que actualmente se están desarrollando”, sostiene el experto. De hecho, un estudio del Hospital Clínic pendiente de publicación y que incluye a 1.161 pacientes con MM diagnosticados entre 1970 y 2015, revela que cada 15 años se duplica la supervivencia de los enfermos. Si bien el aumento en la esperanza de vida es más notable en personas más jóvenes (menores de 65 años), tal beneficio también se viene observando de forma significativa en pacientes mayores de 65. “La esperanza de vida va incrementándose y, dado que los tratamientos más recientes se han ido incorporando en la última década, sus efectos se irán notando gradualmente en los próximos años…. La supervivencia ha mejorado de forma espectacular”, asevera Bladé.
A modo de ejemplo, es de destacar que, por término medio, en 1970 la esperanza de vida en pacientes de mieloma múltiple se situaba por debajo de los 3 años; luego se duplicó a 5 años y medio - 6 años, mientras que en la actualidad se habla de supervivencias de más de 10 años en enfermos más jóvenes, y de más de 6 años en los de edades más avanzadas. El hematólogo insiste: los individuos que están siendo tratados ahora se beneficiarán aún más de los últimos avances terapéuticos, de ahí que se prevea que los futuros índices de supervivencia sean incluso mayores que los actuales.
La esperanza de vida en MM se contabiliza a partir del inicio del tratamiento, ya que hay pacientes con mieloma quiescente que no requieren terapia, sino sólo observación o seguimiento por parte de su médico, de manera que el período de supervivencia no empieza a contar hasta que no se les empieza a tratar.
Grandes logros en calidad de vida
A todo esto, también debe hacerse especial hincapié en el hecho de que los casos de mieloma múltiple se diagnostican ahora más precozmente, por lo que hay una menor afectación en términos de anemia, insuficiencia renal, etc., y ello, obviamente, implica una mejor calidad de vida para los pacientes. Por otro lado, los tratamientos de hoy en día no tienen nada que ver con la quimioterapia administrada en tiempos pretéritos, cuya aplicación se asociaba a vómitos, caída del cabello, etc.
“Actualmente -asegura el Dr. Bladé-, las terapias van más dirigidas a la célula del mieloma y respetan a las demás células, con lo que los efectos secundarios son menores. Ahora, además, la mayoría de los enfermos de MM responden al tratamiento, y cuando en mieloma múltiple se logra una respuesta al tratamiento, la calidad de vida resultante es prácticamente la de una persona sana, como si no se padeciera la enfermedad, siempre y cuando se tengan controlados los efectos de la terapia. Muchos de esos pacientes, si están en edad de trabajar, pueden compaginar los tratamientos con su actividad laboral, mientras que los que están jubilados pueden llevar una vida social y familiar muy mejorada con respecto a la que se tenía antes con la quimioterapia convencional. Años atrás, la tasa de respuestas era menor y de menor calidad, y la duración de la respuesta también era menor”.
Asignatura pendiente: encontrar un fármaco que detenga la progresión del MM
España es un referente en investigación en oncohematología, ya que cuenta con especialistas reconocidos a nivel internacional por su trayectoria y logros en el tratamiento de estas patologías. De todos modos, este prestigio no puede ni debe hacer olvidar que existe una clara asignatura pendiente en el abordaje del mieloma múltiple, y no solamente en la sanidad española, sino también en la del resto del mundo: el hallazgo de un fármaco que permita detener la progresión de la enfermedad.
En este sentido, Bladé recuerda que hasta un 3% de mayores de 50 años de la población general presentan la proteína del mieloma (un porcentaje poblacional altísimo), si bien solamente un 10% de ellos acaban desarrollando un MM. “Por tanto, tienen la proteína pero no desarrollan la afección… deben tener algún mecanismo, seguramente inmunológico, que evita la progresión y el desarrollo del MM. Llegar a conocer la causa o el mecanismo por el cual el organismo controla y evita esa progresión sería lo mejor que podría pasar, puesto que podríamos crear un medicamento destinado a evitar que las personas llegaran a desarrollar mieloma múltiple. Y, en caso de que al final lo padecieran, el hallazgo terapéutico quizás podría permitirnos detener la enfermedad”, subraya.