Redacción Farmacosalud.com
Un consenso internacional publicado en ‘Archivos de Bronconeumología’, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), aboga por el uso de la CPAP (soporte respiratorio mediante presión positiva continua en la vía aérea) en aquellos pacientes de apnea obstructiva del sueño (AOS) que hagan más de 15 apneas -pausas respiratorias- durante el descanso nocturno. Hasta ahora, la cifra de pausas por hora en que estaba establecida fundamentalmente la utilización de dicho dispositivo tenía que ser superior a 30. Eso sí, para que esas 15 apneas sean merecedoras de un tratamiento con CPAP deben ir acompañadas de, al menos, uno de los siguientes cuadros:
- somnolencia
- hipertensión arterial
- alteraciones de la calidad de vida relacionadas con el sueño
En caso de que los enfermos de AOS realicen entre 5 y 15 apneas por hora, se puede plantear también un tratamiento con CPAP, si bien será “un intento terapéutico, es decir, se utilizará la CPAP de forma muy individualizada y revisando la evolución a corto plazo; de este modo, se valorará a los 3 meses si los pacientes están bien adaptados a esta máquina y tienen una respuesta adecuada, y, de no ser así, se le retirará el tratamiento”, explica a www.farmacosalud.com la Dra. Olga Mediano, neumóloga de la Unidad de Sueño del Departamento de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara, coordinadora del Área de Sueño Ventilación Mecánica y Cuidados Respiratorios Críticos de SEPAR y facultativa que ha liderado la elaboración de la nueva guía, titulada ‘Documento Internacional de Consenso sobre Apnea Obstructiva del Sueño’.
Tratamientos no excluyentes
“La filosofía acerca de la AOS ha cambiado. Lo primero que ha cambiado es el nombre: ya no la llamamos síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS), sino que por consenso se ha decidido usar la denominación de apnea obstructiva del sueño (AOS) porque a la apnea del sueño ya se la considera una enfermedad -por las consecuencias relevantes que implica para la salud- y no solamente un síndrome”, señala Mediano. Además, “antes parecía que el tratamiento del SAHS se basaba en CPAP / NO CPAP. Este concepto desaparece en el nuevo documento”, agrega.
En esta línea, cabe destacar que el consenso aporta otras novedades:
a) se va a tratar cualquier causa reversible de AOS. Esto incluye:
• tratamiento de la obesidad mediante modificación del estilo de vida (dieta, ejercicio) y, si fuera necesario, con administración de fármacos o realización de cirugía
• abordaje terapéutico del reflujo gastroesofágico y del hipotiroidismo en caso de que el paciente presente alguna de las dos afecciones, o ambas
• realización, si procede, de dos tipos de cirugía:
-para la hipertrofia amigdalar de un grado 3 sobre 4, práctica de una adenoamigdalectomía (quitar las adenoides y amígdalas)
-ante alteraciones dento-faciales graves, llevar a cabo un procedimiento quirúrgico para el avance del maxilar.
“Antes, estas cirugías se realizaban siempre a posteriori, es decir, ‘indico CPAP y después ya se verá…’ Ahora, ya desde el inicio, se contempla proceder a una intervención quirúrgica para el abordaje de la hipertrofia amigdalar y también en presencia de grandes alteraciones dento-faciales”, especifica la Dra. Mediano. “Con todo -apostilla-, a la espera de que llegue la operación, es posible que haya que recurrir al uso de la CPAP en esos pacientes”.
b) así pues, en sujetos diagnosticados de AOS que cumplan estos requisitos, la primera indicación de tratamiento será la encaminada a solucionar la causa reversible de la afección. Y, hasta que eso ocurra, o bien en pacientes que no presenten esas causas reversibles, se va a indicar la CPAP cuando se supere el índice de más de 15 apneas por hora (y si se sufre al menos uno de los siguientes cuadros: somnolencia, hipertensión arterial o alteraciones de la calidad de vida relacionadas con el sueño), tal y como se ha apuntado anteriormente.
“La otra filosofía del consenso internacional es que los tratamientos no son excluyentes, es decir, ahora al paciente se le van a ofertar todas las opciones de tratamiento de las que pueda beneficiarse… ninguna es excluyente y todas son complementarias, y, por lo tanto, vamos a aplicar por así decirlo medicina personalizada. Todo lo descrito cambia totalmente el manejo terapéutico de la persona con AOS”, afirma la miembro de SEPAR.
La guía también recoge otros procedimientos terapéuticos para la apnea del sueño, como son la adopción de medidas higienico-dietéticas (horario regular de sueño, permanencia en un ambiente adecuado, no uso de pantallas antes de dormir), la terapia posicional, el tratamiento farmacológico o la terapia miofuncional, entre otros.
“La Atención Primaria cobra protagonismo en la detección de la AOS”
Otra de las novedades que se incluyen en el nuevo documento apunta hacia el ámbito diagnóstico de la apnea del sueño. Así, “va a haber dos algoritmos diagnósticos en lugar de uno, que era lo que recogían los consensos anteriores: uno para Atención Primaria (AP) y otro para Atención Especializada. Por lo tanto, la AP cobra protagonismo en la detección de la AOS, y lo hace por medio de métodos simplificados. ¿Qué es un método simplificado? Es un equipo de estudio del sueño que tiene un único canal cuyo análisis es muy sencillo, ya que se obtiene de forma automática”, detalla Mediano. A partir de aquí, el médico de familia identificará, en base a 4 parámetros muy sencillos, los enfermos que tienen un muy alto riesgo de sufrir apnea obstructiva del sueño. Una vez identificados, los mismos médicos de AP usarán estos equipos para llevar a cabo directamente el diagnóstico de los casos de AOS, sin necesidad de derivación a una unidad especializada.
“En el ámbito de la Atención Especializada, probablemente la diferencia con respecto a protocolos anteriores es que los pacientes con baja probabilidad de tener AOS van a poder ser estudiados sólo en base a una historia clínica extensa y detallada, pudiéndose decidir -en caso de confirmarse que presentan una muy baja probabilidad de AOS- que no está indicada la realización de un estudio del sueño”, remarca la neumóloga.
La importancia del tratamiento multidisciplinar
El nuevo consenso, caracterizado por una depurada metodología trabajada por documentalistas expertos, cubre de la forma más amplia posible las publicaciones actualizadas durante los últimos 10 años, en español y en inglés. En su elaboración han participado 56 especialistas miembros de 17 sociedades científicas, 4 de ellas internacionales. “El objetivo de este proyecto -manifiesta Mediano- es proporcionar al cuerpo médico las directrices que deben tomarse para tomar las decisiones correctas en relación a los pacientes adultos que padecen AOS. Además, este documento incluye información muy valiosa para poder diagnosticar de forma correcta esta enfermedad altamente prevalente y con consecuencias relevantes, y que involucra a todos los niveles asistenciales”. En este sentido, la Dra. Mediano insiste en el relevante papel que debe jugar la AP en el abordaje y manejo de la AOS: “sabemos que es imprescindible que en este nivel asistencial haya un mayor conocimiento de esta enfermedad, de tal manera que podamos atacarla a tiempo y reducir sus consecuencias". La especialista advierte que esas repercusiones, aparte de afectar a la calidad de vida, también pueden acabar resultando fatales para los enfermos.
Además de un diagnóstico especializado para la AOS que involucre a las unidades de sueño de los hospitales, es importante que esta patología se aborde “con un tratamiento multidisciplinar que resuelva los síntomas y signos de la enfermedad, restaure la calidad del sueño, normalice el índice de apneas-hipopneas, mejore la saturación de oxihemoglobina y reduzca el riesgo de complicaciones y, como no, los costes para el sistema sanitario”, remarca la experta.
Una patología vinculada a accidentes laborales y de tráfico, y al desarrollo de graves afecciones
La AOS comporta que la vía aérea superior de las personas afectadas se colapse durante el sueño, con una oclusión total o parcial. El cese de la respiración ocurre hasta que se produce un microdespertar, lo que reactiva la musculatura logrando la reapertura de la vía aérea. Se estima que esta dolencia está presente en el 19% de la población general, con consecuencias además muy variadas. “La AOS puede llevar a una serie de cambios fisiológicos, como hipoxia, despertares transitorios y cambios de presión intratorácica, y biológicos, como inflamación o estrés oxidativo. Además, en algunas personas puede dar lugar a enfermedades secundarias y afectar de forma notable la calidad de vida”, concreta la facultativa a través de un comunicado de SEPAR.
La AOS ha estado vinculada a accidentes laborales y de tráfico. Asimismo, los individuos que la padecen pueden llegar a desarrollar afecciones cerebrovasculares, como el ictus, además de arritmias, tromboembolia pulmonar, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, diabetes mellitus, cáncer, neurodegeneración y depresión.