Redacción Farmacosalud.com
Un grupo de psiquiatras alemanes ha descrito en el artículo ‘¡Para! No es el síndrome de Tourette, sino un nuevo tipo de enfermedad sociogénica masiva’, publicado en la revista Brain, un trastorno sociogénico masivo (MSI) denominado Enfermedad Inducida por las Redes Sociales Masivas (MSMI, por sus siglas en inglés). Los sujetos con MSMI se identifican tanto con el paciente que se vale del mundo online o virtual para contar su experiencia con la patología que sufre (por ejemplo, el síndrome de Tourette), que esos usuarios de las redes sociales asumen como propios los síntomas narrados y creen que están sufriendo la afección explicada por dicho paciente. De hecho, el nuevo artículo se centra en un brote de MSMI originado por una persona aquejada de síndrome de Tourette (los individuos con MSMI creen que padecen el síndrome de Tourette).
Hay quien puede estar preguntándose si los casos de MSMI son una forma de somatización (transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria). La Dra. Gemma Parramon, vicepresidenta de la Societat Catalana de Psiquiatria i Salut Mental de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya [Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña], se decanta más bien por pensar que los afectados de MSMI son personas “altamente sugestionables”, si bien también puede haber personas que simulen dicho trastorno “con afán de obtener algún tipo de relevancia” o de popularidad en las redes.
Por ahora, una afección típica de jóvenes
En la literatura científica -en concreto, en artículos publicados a principios del siglo pasado- se han recogido cuadros similares al MSMI, es decir, grupos de individuos que reproducían síntomas de un caso índice de una patología, cuando en realidad no padecían dicha afección. En esa época no existía la comunicación a través del mundo virtual o digital y por tanto la difusión y expansión de los mensajes era mucho más lenta y complicada, a diferencia de ahora, en que la existencia de los modernos recursos tecnológicos y la enorme accesibilidad asociada a ellos permite lanzar y captar mensajes con gran rapidez y facilidad.
Con todo, esa inmensa inmediatez y expansividad podría comportar que el MSMI inducido por Tourette se convirtiera en una especie de “moda pasajera”, señala la Dra. Parramon, quien añade que, lógicamente, la potencial fugacidad asociada al contexto del MSMI podría facilitar la recurrente aparición y consecuente popularización en redes sociales de otros trastornos que, “por decirlo así, también fueran contagiosos”. Por ahora, el MSMI es una afección típica de jóvenes (aquellos jóvenes que, claro está, no estén simulando nada).
¿Frivolización del síndrome de Tourette?
Según la Tourette Association of America, el síndrome de Tourette es un trastorno neurológico que se manifiesta primero en la infancia o en la adolescencia y que se caracteriza por la realización involuntaria de tics motores y fónicos. También puede ir acompañado de coprolalia (uso involuntario de palabras obscenas o inapropiadas) o copropraxia (gestos obscenos), síntomas que han sido reproducidos y escenificados incluso en comedias cinematográficas.
"El Tourette genuino, habitualmente, no es tan abigarrado... sí que hay casos graves, pero los tics observados son menos llamativos, aparecen en la infancia y los tics motores van acompañados de tics vocales que suelen ser simples carraspeos. Las personas que sufren MSMI tienen más edad y utilizan las mismas palabras repetidas de tanto escucharlas en les redes sociales", explica Parramon.
La vicepresidenta de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental advierte del riesgo de que alguien pueda simular que está padeciendo MSMI-Tourette con el propósito soterrado de faltarle al respeto a una persona (decirle algo obsceno o dirigirle un gesto obsceno) sin que ello le acarree una sanción. O sea, lo que podría ocurrir es que alguien sano frivolizara con la idea de sufrir el trastorno para poder sacar así un provecho personal.
El MSMI, con potencial para desembocar en una adicción
En caso de que una persona afirme estar padeciendo un cuadro de MSMI, la Dra. Parramon aconseja, en primer lugar, evitar que el paciente tenga o mantenga un contacto en redes sociales con el vector o caso índice del trastorno (no clicar vídeos ni leer sus contenidos, etc.).
Al mismo tiempo, se empezaría a tratar al sujeto afectado. “Se procedería a un enfoque psicosocial, sólo se iniciaría un tratamiento farmacológico en caso de que se detectaran comorbilidades que requirieran este tipo de tratamiento", especifica. Ahora bien, si se detectara una adicción a tales recursos o materiales digitales, "entonces, además de tratar el MSMI, se trataría también la adicción a las redes sociales", subraya la especialista.