Redacción Farmacosalud.com
El Gobierno de España ha dado luz verde a la creación del título de Especialista en Ciencias de la Salud, la Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia. Se prevé que la nueva titulación contribuya a reducir ‘la hiperfrecuentación a los servicios de Urgencias y el número de ingresos hospitalarios’, según informa el Ejecutivo mediante un comunicado. “Quizás la palabra ‘hiperfrecuentación’ pueda llevar a confusión. No se trata en absoluto de que haya jóvenes paseando por los servicios de Urgencias sin necesidad. La cuestión es que, en estos últimos años, muchos jóvenes han necesitado atención urgente, en ocasiones ingresos hospitalarios, varias veces a lo largo de su desarrollo. Es muy posible que la creación del título de Especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia favorezca que sus crisis reciban una mejor atención, más precoz y más eficiente”, señala la Dra. Abigail Huertas Patón, presidenta de la Comisión de Publicaciones y Medios de Comunicación de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AEPNyA).
No obstante, añade la Dra. Huertas, también hay que tener en cuenta “que no sólo es necesario mejorar la formación de los profesionales; también es necesario aumentar el número de profesionales dedicados a atender a la población infantojuvenil, tanto psiquiatras como expertos de otras profesiones afines”.
Hasta el momento, la formación en este ámbito de atención se realizaba de manera opcional por parte de los expertos en capacitación en Psiquiatría durante el último año de formación mediante el desarrollo del trayecto A en esta área, y posteriormente a través del ejercicio profesional, ya como especialistas, en unidades clínicas de Psiquiatría Infantil.
España y Bulgaria, los únicos países de la UE que no tenían regulada la formación de los psiquiatras infantiles
A juicio de Huertas, la decisión del Gobierno permite cubrir un vacío histórico: “España, junto con Bulgaria, era hasta ahora el único país de la Unión Europea que no tenía regulada la formación de los psiquiatras infantiles, por lo que, efectivamente, se cubre un vacío histórico. Desde antes de 1950, en que se fundó AEPNyA como Sociedad de Neuropsiquiatria Infantil a raíz de las necesidades detectadas, numerosos profesionales de toda España trabajamos por mejorar la atención a la infancia y adolescencia, la investigación sobre sus dolencias más prevalentes y la formación de los profesionales. La creación del título de Especialista en Ciencias de la Salud, la Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia es un paso importante que permitirá homogeneizar la formación y experiencia clínica de los profesionales que atienden a este grupo de población”.
La pandemia de COVID-19 ha conllevado un aumento de consultas por problemas emocionales en toda la población; en el colectivo infantojuvenil, además, ha supuesto un agravamiento de las patologías mentales más frecuentes. “El desbordamiento de la red de atención sanitaria y la situación social a consecuencia de la crisis provocada por la pandemia ha comportado que se detecte la sintomatología más tarde, y esto, necesariamente, puede incrementar el malestar de la población infantojuvenil”, sostiene la facultativa.
Para la Dra. Huertas, la nueva titulación puede contribuir a luchar contra el incremento de los problemas de salud mental en niños y adolescentes derivados de la crisis pandémica. De hecho, que los profesionales que les atienden estén mejor capacitados para detectar su malestar es algo muy importante, ya que, en paralelo, este avance puede facilitar la creación de espacios de comunicación entre los profesionales de Salud Mental Infantojuvenil -tanto psiquiatras como psicólogos, enfermeros y profesionales de Atención Primaria, centros educativos y recursos sociales- y ello dar lugar a la implantación de “estrategias de detección precoz y prevención que resultan fundamentales y que, actualmente, se presentan insuficientes a pesar del esfuerzo de todos”, comenta.
“Los profesionales más experimentados y formados son los que menos fármacos prescriben”
Asimismo, con la nueva titulación, y según la nota difundida por el Ministerio de Sanidad, el Ejecutivo pretende ‘optimizar el uso de psicofármacos, reducir su uso cuando éste no sea necesario y potenciar el uso de técnicas terapéuticas no farmacológicas’. “Para los profesionales que trabajamos en Salud Mental Infantojuvenil, esta pretensión del Ministerio de Sanidad es nuestro día a día. Es bien sabido que los profesionales más experimentados y formados en la atención a la infancia y adolescencia son los que menos fármacos prescriben y lo hacen con más cuidado, ajustándose a indicación en ficha técnica, y explicando mejor a las familias las indicaciones, riesgos y beneficios”, destaca Huertas, a su vez experta en Psiquiatría Infantojuvenil en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid).
“Además -manifiesta la psiquiatra-, casi todos los profesionales contamos con amplia formación en diversas técnicas psicoterapéuticas de eficacia sobradamente conocida, si bien esta formación la venimos realizando cada uno por su cuenta, sin contar con ayudas económicas del Ministerio ni espacio en la agenda de trabajo para ello”. Esto supone que, hasta la fecha, la formación de los profesionales haya dependido exclusivamente del compromiso de cada facultativo, de su tiempo y de su solvencia económica y de las oportunidades de capacitación que surjan en su zona de trabajo, o de su posibilidad de viajar a otra Comunidad Autónoma o incluso a otro país para ampliar sus conocimientos, muchas veces dependiendo de iniciativas de financiación particulares.
“Hasta ahora, las familias no tenían garantía de que la persona que les atendiera en consulta tuviera una sólida formación en Salud Mental Infantojuvenil, a pesar de que cada centro sanitario hacía lo posible por encontrar profesionales bien formados. Es probable que, al difundir esa nota, el Ministerio de Sanidad se haya asesorado por profesionales con experiencia en Psiquiatría Infantojuvenil, quienes desde hace mucho tiempo venimos alertando de la necesidad de homogeneizar nuestra formación para, a partir de ahí, continuar mejorando la atención a la infancia y adolescencia”, aduce la Dra. Huertas.
Detección e intervención temprana de los trastornos adictivos (juego patológico, internet…)
Con la creación del título, el Gobierno quiere también promover la detección e intervención temprana de los trastornos adictivos en la infancia y adolescencia (tóxicos, juego patológico, videojuegos, internet). “Dado que la adicción sin sustancia es un problema emergente, es comprensible que sea una preocupación del Gobierno, aunque no es el único problema que nos preocupa a los clínicos. Actualmente, los trastornos adictivos en la infancia y adolescencia son quizás de las patologías que reciben una atención más dispar por parte de las Comunidades Autónomas, siendo en muchas de ellas los mismos profesionales los que atienden a niños y adultos”, argumenta la especialista.
Además de que resulta imprescindible definir la formación mínima necesaria en Psiquiatría, Psicología, Enfermería, Trabajo Social, Orientación Escolar y Pediatría en relación con la detección de estas patologías adictivas, “hace falta definir los recursos humanos y estructurales necesarios para garantizar la mejor atención a este grupo de población. Lógicamente, los profesionales podemos sugerir, formar parte de grupos de trabajo y detectar deficiencias en nuestro entorno, pero no nos compete determinar los recursos necesarios en cada Comunidad Autónoma porque, para eso, ya hay valiosos profesionales que llevan años dedicados a esta labor. Tendremos que confiar en que los técnicos tengan capacidad de decisión en este momento, en el que todos estamos prestando atención a la Salud Mental Infantojuvenil”, afirma.