Redacción Farmacosalud.com
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha informado al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), reunido de forma telemática en un pleno extraordinario, de la actualización de las medidas en residencias de mayores en el contexto actual de transmisión comunitaria. Según el nuevo documento de recomendaciones, en caso de que los profesionales de la geriatría rechacen recibir la vacuna frente al COVID-19, “se podrá valorar su cambio de puesto de trabajo”, indica el Ministerio de Sanidad mediante un comunicado.
‘Si bien el número de casos y fallecimientos de mayores residentes en centros sociosanitarios ha descendido de forma considerable desde el mes de marzo de 2021, en el que se terminó de vacunar a los residentes, en las últimas semanas la incidencia en este grupo ha vuelto a aumentar. La vacuna es muy efectiva pero no alcanza el 100%, por lo que en situaciones de alta transmisión comunitaria el riesgo de que aparezcan casos entre los mayores vacunados pero no inmunizados es alto, si no se toman las debidas precauciones’, manifiestan los expertos a través del nuevo documento, que ha sido aprobado por los técnicos de la Ponencia de Alertas.
Por todo ello, se han revisado las medidas aconsejadas en marzo y se ha redactado un texto renovado que marcará las líneas generales de actuación. Este documento se irá revisando por parte de los responsables de Salud Pública de cada comunidad autónoma, estableciéndose, para ello, la necesaria coordinación con las consejerías de Servicios Sociales.
Las medidas actualizadas afectan a centros residenciales, que incluyen residencias de mayores (geriátricos), centros que acogen personas con diversidad funcional y centros de servicios sociales con carácter residencial.
Un mínimo de 2 veces por semana, realización de Pruebas de Detección de Infección Aguda
En la actualización presentada en el encuentro del CISNS, se señala que se debe promover de forma activa la vacunación, identificar las causas que reducen el acceso o la aceptación de la misma y desarrollar estrategias para incrementar al máximo las coberturas, siempre con la participación de los centros. Asimismo, se debe garantizar que trabajadores y visitantes, vacunados y no vacunados, mantengan las medidas de higiene y prevención, tales como el uso de mascarilla, higiene de manos y distancia de seguridad, así como la apropiada limpieza y desinfección de las instalaciones y una ventilación adecuada.
Entre las recomendaciones concretas, “destacan las referidas al personal trabajador no vacunado o que rechace la vacuna, a los que se propone realizar control de temperatura diaria y Pruebas de Detección de Infección Aguda (PDIA) de forma regular (mínimo 2 veces por semana), como medida específica de evaluación del riesgo y de prevención. También se podrá valorar su cambio de puesto de trabajo”, según se refleja en el comunicado de Sanidad.
‘A día de hoy, la gran mayoría de las personas que residen en los centros residenciales en España han recibido una pauta de vacunación completa. Todos los trabajadores de estos centros tienen acceso a la misma y su vacunación es fundamental desde el punto de vista de salud pública por el impacto que tiene la introducción del virus en estos centros debido a la vulnerabilidad de sus residentes. Aunque la aceptación en España es muy alta, persiste un porcentaje de estos trabajadores que rechazan la vacunación. Además, en determinados tramos de edad las coberturas de vacunación son todavía bajas’, se advierte en el documento aprobado por los expertos de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, y de la Comisión de Salud Pública.
La variante dominante, la Delta
Por otro lado, en la reunión del CISNS se ha hecho un repaso de la situación epidemiológica y de la Incidencia Acumulada (IA) en 14 días de COVID-19, que llegó a su máximo en esta ola epidémica en la última semana de julio. Desde entonces, “se observa un descenso estable y progresivo del número de casos notificados”, se asegura desde Sanidad. A fecha del 10 de agosto la IA era de 528 casos por 100.000 habitantes, casi un 20% menos que la semana pasada. La variante dominante actualmente es la Delta, que se identifica entre el 45 y el 90% de los casos diagnosticados.
Las altas coberturas de vacunación en los grupos de edad por encima de 40 años marcan las características de los casos de la ola epidémica actual, con incidencias muy superiores en los grupos de 12 a 19 y de 20 a 29 años, no vacunados, en comparación con los más mayores, que presentan altas coberturas de inmunización.
La campaña de vacunación antiCOVID-19 “continúa desarrollándose muy bien y generando progresivamente inmunidad en la población, como reflejan los últimos datos: más del 70% del total de la población ha recibido, al menos, una dosis de vacuna y más del 60% de la población tiene ya la pauta completa. Asimismo, las coberturas en las personas de 30 a 39 años y de 20 a 29 años alcanzan ya más del 69% y del 60% con la primera dosis”, explica el comunicado del Ministerio.