Redacción Farmacosalud.com
Ya está disponible en España Mulpleo® (lusutrombopag), primer tratamiento aprobado por la EMA (Agencia Europea del Medicamento) para la trombocitopenia grave en adultos con enfermedad hepática crónica que se someten a procedimientos invasivos. Lusutrombopag reduce la necesidad de transfusiones de sangre, proporcionando un aumento sostenido en el nivel de plaquetas, lo que permite mayor predictibilidad a la hora de planificar los procedimientos invasivos y reducir las complicaciones de las transfusiones de plaquetas1,2. Lusutrombopag 3 mg de administración oral una vez al día, es un agonista de los receptores de la trombopoyetina que imita los efectos biológicos de la trombopoyetina (TPO) induciendo el desarrollo y maduración de megacariocitos, lo que resulta en un aumento del recuento de plaquetas.
La trombocitopenia grave (recuento de plaquetas de menos de 50.000/µL) se presenta en hasta el 11% de los pacientes con cirrosis3. Los pacientes con enfermedad hepática crónica y trombocitopenia grave tienen un mayor riesgo de hemorragia durante la realización de procedimientos invasivos, por lo que necesitan transfusiones de plaquetas previamente o durante la realización de los mismos. Además, estos pacientes requieren mayor número de visitas ambulatorias y estancias hospitalarias en comparación con pacientes con enfermedad hepática crónica sin trombocitopenia4.
L-PLUS 1 y L-PLUS 2
Para ayudar a reducir los riesgos asociados a la realización de este tipo de técnicas en estos pacientes, la compañía Shionogi lanza lusutrombopag, el primer tratamiento aprobado en Europa para la trombocitopenia grave en adultos con enfermedad hepática crónica que se someten a procedimientos invasivos1. Ya disponible en España, ha demostrado notables beneficios para los pacientes al reducir la necesidad de transfusiones de sangre, proporcionando además un aumento sostenido en el nivel de plaquetas.
La eficacia y seguridad del tratamiento se ha evidenciado en los ensayos clínicos L-PLUS 1 y L-PLUS 2. Se trata de 2 estudios multicéntricos fase 3 en los que se reclutaron 312 pacientes con enfermedad hepática crónica y trombocitopenia grave que iban a someterse a un procedimiento invasivo. Los pacientes tomaron una dosis al día del medicamento o de placebo durante los 7 días previos al procedimiento1,5,6.
El objetivo de los ensayos era medir el porcentaje de pacientes que no necesitaran una transfusión de plaquetas previa al procedimiento o que además no necesitaron tratamiento de rescate por eventos de sangrado durante los 7 días después de someterse a dicha metodología. En el L-PLUS 1, el 79,2% de los pacientes que recibieron el tratamiento no necesitaron transfusiones de plaquetas previamente al procedimiento invasivo, comparado con el 12,5% de los pacientes que si lo necesitaron en el grupo de placebo. En el L-PLUS 2 el 64,8% de los pacientes no necesitaron transfusiones de plaquetas ni tratamiento de rescate, mientras que este porcentaje fue del 29% para los pacientes del grupo placebo1,5,6.
Además, el recuento de plaquetas en los pacientes que recibieron tratamiento se mantuvo por encima de 50.000/µL durante una media de 21 días en L-PLUS 1 y de 19 días en el L-PLUS 2, mientras que en los pacientes que recibieron transfusiones de plaquetas fue de 6 y 0 días, respectivamente1,5,6.
Un 33% de pacientes con hepatopatía crónica compensada, y un 66% con patología descompensada
Se estima que la prevalencia de pacientes con trombocitopenia grave asociada a enfermedad hepática crónica es de 15,5/100.000 adultos en España. De éstos, el 33% presentan una hepatopatía crónica compensada y el 66% descompensada. Mientras que la incidencia anual estimada se sitúa en 1.148 pacientes/año (3/100.000 adultos)2.
Para el control de su enfermedad, los pacientes deben someterse de manera habitual a intervenciones invasivas, tanto diagnósticas como quirúrgicas. De hecho, de media, estos pacientes se someten a un mínimo de 3 intervenciones al año2. Entre las más habituales se encuentran la endoscopia terapéutica, representando el 29% de las intervenciones, seguida por la ligadura endoscópica de varices esofágicas y las intervenciones dentales2.
Hasta un 25% de pacientes que reciben plaquetas pueden presentar efectos adversos
La trombocitopenia grave, además de aumentar el riesgo de sangrado durante estas intervenciones, también puede complicar significativamente los procedimientos de diagnóstico más rutinarios en estos pacientes, como la biopsia hepática, lo que puede provocar su retraso o cancelación4. Hasta ahora, se utilizaban las transfusiones de plaquetas para mitigar los riesgos de hemorragia asociados con la trombocitopenia grave antes de los procedimientos invasivos, pero la eficacia variable en pacientes con enfermedad hepática crónica y las reacciones adversas suponían una limitación para su uso, lo que generaba la necesidad de nuevas terapias7.
De hecho, un estudio publicado recientemente pone de manifiesto que hasta un 25% de los pacientes que reciben transfusiones de plaquetas pueden presentar efectos adversos, como reacciones febriles o reacciones alérgicas, respuestas aloinmunes, sobrecarga circulatoria/de volumen por transfusión (TACO) o lesiones pulmonares agudas relacionadas con la transfusión (TRALI)2.
Referencias
1. Ficha Técnica Lusutrombopag.
2. Calleja-Panero JL, Andrade RJ, Bañares R, et al. Rev Esp Enferm Dig. 2020;112(10):778-783.
3. De Gottardi, A, Thevenot, T, Spahr, L, et al. Risk of complications after abdominal paracentesis in cirrhotic patients: a prospective study. Clin Gastroenterol Hepatol. 2009;7(8):906-909.
4. Hayashi, H, Beppu, T, Shirabe, K, et al. Management of thrombocytopenia due to liver cirrhosis: a review. World journal of gastroenterology. 2014;20(10):2595-2605.
5. Hidaka H. et al. Clin Gastroenterol Hepatol. 2019 May;17(6):1192-1200.
6. Peck-Radosavljevic M et al. Hepatology 2019 Oct;70(4):1336-1348.
7. Giannini EG. Review article: thrombocytopenia in chronic liver disease and pharmacologic treatment options. Aliment Pharmacol Ther. 2006;23(8):1055-1065.