Redacción Farmacosalud.com
Poco a poco se van conociendo casos de personas que, infectadas por el coronavirus SARS-CoV-2, deben ser hospitalizadas por COVID-19 a pesar de haber sido ya vacunadas con la pauta completa frente a dicha patología. Ahora bien, hay que tener en cuenta que tener COVID-19 estando inmunizado y requerir hospitalización no implica necesariamente que la causa del ingreso hospitalario sea el coronavirus, según indica el Dr. Juan María Herrero Martínez, vocal de formación y comunicación del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas (GTei) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI): “en cuanto a los pacientes ingresados con infección por SARS-CoV-2 y que han recibido la vacunación completa previamente, conviene señalar que algunos de ellos pueden estar asintomáticos, no estando el motivo de su hospitalización relacionado con la COVID-19”. No obstante, tampoco hay que llevarse a engaño, dado que todo parece indicar que la mayoría de las hospitalizaciones de pacientes vacunados frente al COVID-19 están motivadas por una infección por SARS-CoV-2. "En una reciente publicación de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) con datos de los Estados Unidos, sólo el 29% de enfermos estaban asintomáticos o ingresados por un motivo diferente", aclara Herrero.
Así las cosas, “los pacientes infectados por SARS-CoV-2 pueden requerir ingreso por causa exclusiva de la COVID-19, o bien más fácilmente por la coexistencia con enfermedades previas que pueden descompensarse o condicionar una peor respuesta del organismo a la infección. Las personas más frágiles, como los ancianos, pacientes con patologías pulmonares o cardiacas entre otras, requerirán con mayor frecuencia ingresar en un hospital”, señala el Dr. Herrero.
Si bien se conoce que las personas “con algún tipo de inmunosupresión pueden tener una menor protección con la vacunación, es igualmente cierto que cualquier otra persona puede encontrarse entre el porcentaje, afortunadamente bajo, de sujetos en los que no ha habido una protección suficiente de la vacuna”, y, por ello, enfermar con la suficiente gravedad como para requerir ingreso hospitalario, apunta el vocal de GTei.
“Ninguna vacuna es efectiva al 100%”
Y es que -según recuerda Herrero-, ya se había avisado que los preparados vacunales frente al COVID-19 no garantizan la inmunidad total: “ninguna vacuna es efectiva al 100%, por lo que era previsible que este pequeño porcentaje de los pacientes en los que la vacuna no es efectiva se infectaran, y que un porcentaje aún menor de ellos pudiera requerir ingreso hospitalario. Ello puede suceder más fácilmente en personas inmunodeprimidas cuyas enfermedades impactan negativamente en la respuesta a la vacunación, tales como personas con neoplasias en tratamiento quimioterápico, tumores hematológicos, e inmunodeficiencias primarias o secundarias y receptores de trasplante, así como receptores de algunos medicamentos”.
“Sí sabemos que, afortunadamente, los individuos que aun estando vacunados se infectan y desarrollan síntomas, lo hacen habitualmente de manera menos grave, con una marcada menor probabilidad de ingreso en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) o de fallecer”.
‘Marcada menor probabilidad de fallecer’... lo que quiere decir, claro está, que la posibilidad de morir no desaparece por completo. De hecho, ya se están conociendo casos de pacientes -aunque con cuentagotas- que han desarrollado el COVID-19 y que acaban falleciendo a pesar de estar inmunizados con la pauta completa frente al coronavirus. De todos modos, y atendiendo a las palabras del Dr. Herrero, habría que estudiar caso por caso y comprobar si esas personas padecían graves patologías previas o bien si la causa última de su defunción ha sido o no el COVID-19.
Por todo ello, no está de más seguir tomando precauciones para evitar contagiarse por el coronavirus SARS-CoV-2, el patógeno causante del COVID-19. “Por desgracia -declara en este sentido el facultativo-, ante un número grande de personas infectadas en los distintos grupos etarios (y aun siendo más baja la probabilidad de una peor evolución por COVID-19), habrá personas que continuarán ingresando a pesar de una vacunación completa correcta. Como se insiste una y otra vez, hay que seguir manteniendo el resto de medidas de protección adicionales que se nos vayan aconsejando en cada momento de la pandemia”.
¿La vacunación disminuye la transmisibilidad del SARS-CoV-2?
A la vista de todo ello, es lógico pensar que, definitivamente, la vacuna frente al COVID-19 no impide contagiarse o reinfectarse por esta afección, sino que únicamente ayuda a que la enfermedad no se manifieste -en la mayoría de casos- de forma grave. Ahora bien, no todo está tan claro, porque los últimos datos conocidos revelan que dicha inmunización tendría también capacidad de disminuir la transmisión del coronavirus: “Sabemos que la vacunación reduce significativamente, en caso de infección, la probabilidad de desarrollar síntomas, incluyendo síntomas graves. Asimismo, vamos disponiendo cada vez de más información de estudios observacionales, en distintos países y ámbitos, en donde se apunta que la vacunación también disminuye la tasa de infecciones asintomáticas y la transmisibilidad del SARS-CoV-2”, asegura el miembro de la SEMI.
“Otra cuestión relevante por responder es qué puede pasar con esta protección conferida por la vacuna conforme nos alejemos más en el tiempo desde su administración, es decir, se trata de saber cuánto puede durar esta protección”, remarca.