Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Clínic de Barcelona ha sido pionero en España y uno de los primeros centros sanitarios del mundo en utilizar un nuevo stent cubierto con ePTFE (politetrafluoroetileno expandido, un polímero que canaliza el flujo sanguíneo) para el tratamiento de pacientes con enfermedad arterial periférica, como oclusiones (arteriosclerosis) en las arterias ilíacas y renales, roturas, aneurismas y fístulas. A modo de novedad, cabe destacar -entre otras particularidades- que el diseño de este dispositivo permite reducir el perfil del catéter portador, con lo que el orificio que hay que practicar en la arteria para su introducción es menor que con otros dispositivos similares. “Por lo tanto, cuanto menos agujerito hagamos, menos traumatismo habrá, lo que supone una ventaja”, afirma en declaraciones a www.farmacosalud.com el Dr. Vicente Riambau, jefe de Cirugía Vascular del Institut Cardiovascular del Hospital Clínic de Barcelona.
La enfermedad arterial oclusiva es un problema circulatorio que se caracteriza por la presencia de una obstrucción que reduce el flujo de sangre, lo que conduce a la isquemia y necrosis o gangrena. En cuanto al aneurisma, es una dilatación anormal de una arteria que puede provocar la rotura de este conducto sanguíneo.
La recuperación, en menos de 24 horas
En comparación con la cirugía abierta (caracterizada por incisiones, disecciones y cicatrizaciones), el stent cubierto representa una alternativa terapéutica mínimamente invasiva al conllevar menos complicaciones y, al mismo tiempo, una rápida recuperación y mejora de la calidad de vida de los pacientes. El nuevo dispositivo, adscrito a lo que se conoce como terapia endovascular o cirugía endovascular, se apoya en la aplicación de una serie de catéteres y guías que minimizan la agresividad de la intervención. Tanto es así, que el nuevo stent se puede aplicar “incluso de forma ambulatoria, de manera que puede alcanzarse la recuperación en menos de 24 horas”, detalla Riambau, quien ha colaborado en el diseño del dispositivo dada su elevada experiencia en procedimientos endovasculares.
“La evolución tecnológica ha sido y es constante, con una clara vocación de perfeccionamiento para ser igual de eficaz que una cirugía clásica o abierta y con el menor trauma posible para el paciente”, señala el Dr. Riambau mediante un comunicado difundido por Cardiva. El nuevo stent cubierto, manufacturado por la compañía española iVascular, es un paso más en la evolución tecnológica para la mejora del tratamiento de la enfermedad arterial periférica. El innovador diseño del componente metálico que se utiliza y su cobertura polimérica de ePTFE garantizan el tratamiento de la lesión de una manera eficaz, precisa y segura.
Se impide la generación de restenosis y el crecimiento de tejido arterioesclerótico
Un stent es una especie de muelle o andamiaje que se coloca en las arterias, tanto a nivel periférico como a nivel coronario. Algunos de estos dispositivos no están cubiertos con ePTFE, mientras que los que sí que lo están tienen menos tendencia a la restenosis, o re-oclusión del segmento tratado. Un stent clásico sin cobertura está formado por un entramado metálico que puede dar lugar, a través de sus celdas o ‘ventanitas’, a una progresión de la enfermedad obstructiva. No obstante, el ePTFE permite ‘tapizar’ esas celdas y, a la postre, impedir la generación de restenosis y el crecimiento de tejido arterioesclerótico. Asimismo, posibilita llevar a cabo la exclusión o eliminación de determinadas zonas arteriales, no solamente las obstructivas, sino también las aneurismáticas, como serían los aneurismas periféricos de ilíaca, femoral o viscerales.
El nuevo stent cubierto expandible por balón ofrece una elevada flexibilidad para adaptarse a las arterias más tortuosas. Además, es el único cubierto con marcadores radiopacos, lo que proporciona “una excepcional visibilidad”, de ahí que facilite las tareas de navegación y destaque “por su gran precisión”, asegura el experto.
Otra de sus ventajas es que el ePTFE está presente en las dos caras del dispositivo, tanto en el lado externo como en el interno, lo que permite evitar “tropiezos de guías u otros dispositivos endovasculares con el mallado metálico interno del stent”. La fibra de ePTFE, que es lisa, facilita la navegación a través del dispositivo en posibles intervenciones posteriores. Además, el ePTFE es más compatible con la sangre que las estructuras puramente metálicas.
Una aleación de cromo y cobalto perfectamente impermeabilizada
Uno de los problemas que pueden presentarse por el uso de los stents es la aparición de algún tipo de reacción alérgica asociada a algunos componentes metálicos, como el cromo, níquel, etc. Sin embargo, las reacciones alérgicas causadas por el ePTFE son extremadamente raras. Y, como el nuevo dispositivo está cubierto en un 99% -y en ambas caras- por el ePTFE, la aleación de cromo-cobalto de la que está compuesto queda aislada del contacto con los tejidos y con la sangre. “Así pues, la posibilidad de alergia o eventos adversos queda prácticamente anulada”, manifiesta el Dr. Riambau. En principio, el nuevo stent no presenta contraindicaciones.
Riambau ha sido el primer médico de España que ha realizado una intervención con dicho dispositivo. “Había mucha expectación en el debut terapéutico, sobre todo desde el punto de vista de la navegabilidad -señala el facultativo-. Es un stent que va montado sobre un catéter que tiene una luz interna y un balón que se infla y desinfla con rapidez y precisión. Como presuponíamos, el catéter navegó francamente bien. Con respecto a la visibilidad, cabe decir que con las marcas radiopacas pudimos precisar muy bien el emplazamiento del dispositivo. Todas nuestras premisas se cumplieron al 100% en esta primera intervención, algo que también ha ocurrido en las que posteriormente hemos llevado a cabo. Yo creo que es un dispositivo que, sin lugar a dudas, va a ocupar un lugar de liderazgo dentro del mercado tanto nacional como internacional”.