Redacción Farmacosalud.com
Una guía destinada al seguimiento de largos supervivientes de cáncer hematológico recomienda que estos pacientes realicen 150 minutos de ejercicio moderado a la semana o bien 75 minutos de actividad vigorosa en el mismo período de tiempo. En concreto, se aconseja que los adultos realicen ‘al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, o una combinación equivalente de las anteriores’. De acuerdo con el nuevo manual, los mayores de 65 años, especialmente aquellos que presentan dificultades de movilidad, deberían practicar ejercicio para el fortalecimiento muscular y la mejora del equilibrio ‘al menos 3 días a la semana’.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) han sumado sus conocimientos y experiencia para elaborar este documento, que se convierte en la primera guía de práctica clínica en España para el seguimiento de largos supervivientes de cáncer hematológico. Este documento pionero proporciona recomendaciones fundamentales para el seguimiento de miles de personas que han superado cánceres sanguíneos y facilita la labor de los profesionales de medicina y enfermería de Atención Primaria (AP). Además, cuenta con el visto bueno de AEAL, Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia, y del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC).
Consultar ante la menor sospecha de recidiva
Otro de los puntos destacados de la guía remite al informe de alta de Hematología, en el que se aboga por disponer de una infraestructura asistencial que permita actuar con rapidez ante posibles rebrotes de la enfermedad: ‘los circuitos asistenciales y los tiempos deberán quedar fijados con antelación en el Plan de Atención al Superviviente. La creación de consultas de alta resolución, con acceso inmediato ante sospechas de recidivas o de segundas neoplasias, pueden ser una solución para una atención rápida y una comunicación directa entre AP y Hematología'.
'La persona que sobrevive a estas patologías debe estar involucrada en su proceso, con acceso a la información para que conozca los síntomas y los tratamientos, la periodicidad de sus revisiones y pueda consultar ante la menor sospecha’, se indica también en el documento.
En España, los linfomas, las leucemias y los mielomas son los cánceres de la sangre más frecuentes, con una incidencia anual estimada de 10.000, 6.000 y 3.000 casos, respectivamente, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer. En cuanto a la prevalencia, se estima que en territorio español podría haber 23.000, 16.000 y 25.000 pacientes con linfoma, leucemia y mieloma múltiple, respectivamente.
Gracias a los avances en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de afecciones, la supervivencia de los enfermos ha mejorado significativamente en las últimas décadas, dando lugar a un crecimiento sustancial de población superviviente. Se considera que un paciente es largo superviviente de cáncer hematológico tras pasar 5 años libre de la enfermedad. En España no se dispone de cifras concretas sobre este perfil de paciente, aunque sí se ha observado en un informe de la Comunidad de Madrid que la población superviviente a 5 años en linfoma no Hodgkin (LNH) es del 79,7%, en linfoma de Hodgkin (LH) del 76,3%, en leucemia aguda linfoblástica (LAL) del 41%, y en leucemia mieloide aguda del 30,6%. Por esta razón, se ha limitado la presente guía a las neoplasias hematológicas más prevalentes que pueden alcanzar la curación: LNH, LH y, dentro de las leucemias agudas, la LAL.
Esfera psicológica, sexual, social...
“Por suerte curamos otros cánceres hematológicos, pero no se han incluido por su menor incidencia y prevalencia”, afirma el Dr. Guillermo Rodríguez García, hematólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) y representante SEHH de la Comisión Interdisciplinar de Trabajo de Largos Supervivientes de Cáncer Hematológico. “La guía intenta facilitar el manejo y seguimiento de la mayoría de los largos supervivientes; de hecho, las hemopatías malignas incluidas presentan un porcentaje de curación superior al 50%”, agrega.
El nuevo documento busca establecer un estándar para el seguimiento post-tratamiento, abordando -además de la actividad física- aspectos clave como la esfera psicológica y sexual, los problemas sociales, la vacunación, la alimentación, etc. "Son pacientes a los que Hematología ya ha dado el alta, pero que requieren un seguimiento y cuidados especiales por parte de Atención Primaria", explica la Dra. Cruz Bartolomé Moreno, médica de familia, miembro de la semFYC y representante semFYC de la Comisión Interdisciplinar de Trabajo de Largos Supervivientes de Cáncer Hematológico. “A menudo la complejidad del seguimiento de estas personas radica en la diversidad de tratamientos recibidos, y esta guía busca ofrecer una atención óptima e individualizada”, apunta Bartolomé Moreno.
Además, según la experta, “en lugar de ir buscando información de forma aislada, algo que resulta complejo para los profesionales", con esta guía "se ha intentado recopilar todo el contenido disponible sobre la materia”.
Efectos tardíos del tratamiento: neoplasias secundarias, enfermedades cardiovasculares…
Los largos supervivientes de cáncer hematológico pueden experimentar efectos tardíos del tratamiento, como neoplasias secundarias, enfermedades cardiovasculares o disfunción psicosocial. En este sentido, el manual aporta una serie de coordenadas para la puesta en práctica de un abordaje integral y un seguimiento óptimo de estos casos, con contenidos revisados por asociaciones de pacientes.
El nuevo documento surge a raíz de un convenio marco de colaboración firmado en 2021 entre la semFYC y la SEHH, para diseñar y poner en marcha estrategias conjuntas en el abordaje de las personas con patologías hematológicas.
Junto con los doctores Rodríguez García y Bartolomé Moreno, forman parte de la Comisión Interdisciplinar de Trabajo de Largos Supervivientes de Cáncer Hematológico -además de ser también autores de la obra-, Raúl Córdoba Mascuñano, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid); Carmen G. Insausti, directora médica de la SEHH; Antonio Lafuente Lafuente, del Centro de Salud La Almunia (Zaragoza); Elena Melús Palazón, del centro de Salud Actur Oeste (Zaragoza); Víctor Navarro Castillo, del centro de Salud Actur Oeste, e Izaskun Zeberio Etxetxipia, del Hospital Universitario Donostia (San Sebastián).