Redacción Farmacosalud.com
‘El café es un bálsamo para el corazón y el espíritu’… la frase, atribuida al célebre compositor italiano Giuseppe Verdi, se ha convertido en una especie de partitura inspiradora para la elaboración de unos meta-análisis científicos que, años más tarde, avalan e incluso engrandecen los beneficios de esta bebida: “El consumo de café se relaciona de forma directa con una menor mortalidad total y cardiovascular, tal como han demostrado varios meta-análisis”, revela el doctor Mariano de la Figuera, internista y médico de Familia en EAP Sardenya, Unidad Docente ACEBA (Barcelona). De la Figuera resalta, además, que el consumo moderado de dicha bebida (3-4 tazas al día) “no parece ejercer efecto alguno sobre la incidencia o prevalencia de Hipertensión Arterial. No obstante, y a pesar de las evidencias a favor, ninguna sociedad científica ni política sanitaria recomienda el consumo de café en la población general, en tal caso su moderación en los consumidores habituales”, lamenta el experto. Así pues, apelando a la célebre frase de la política española en tiempo de democracia, si bien -lógicamente- despojándola por completo de su contenido político… ¿café para todos?
-¿El consumo de café tiene especial incidencia en la hipertensión arterial?
Diferentes estudios, revisiones sistemáticas y meta-análisis han demostrado que el consumo habitual y moderado de café (entre 3-4 tazas al día) no parece ejercer efecto alguno sobre la incidencia o prevalencia de Hipertensión Arterial (HTA). Incluso, en algunos estudios se ha demostrado un efecto beneficioso, no así con las bebidas refrescantes que contienen cafeína.

Una taza de café
Fuente: Archivo
Otra cuestión es que al medir la presión arterial, tanto en la consulta como en el domicilio, es importante cumplir una serie de condiciones, como la posición correcta, estar unos minutos en descanso, haber orinado, etc, y no haber ingerido bebidas estimulantes, como el café, ya que en las siguientes 2-3 horas puede observarse un incremento transitorio de las cifras de presión arterial.
-¿Hay evidencias de si el consumo moderado de café puede ejercer un efecto protector en relación con la mortalidad cardiovascular?
Se trata de una pregunta muy oportuna. El consumo de café se relaciona de forma directa con una menor mortalidad total y cardiovascular, tal como han demostrado varios meta-análisis. El más reciente incluyó 20 estudios prospectivos con la participación de 973.904 sujetos de los cuales 129.538 fallecieron durante el seguimiento. El Riesgo Relativo (RR) de muerte en la categoría de mayor consumo de café (hasta 9 tazas/día) versus el más bajo fue de 0,86 (reducción del riesgo del 16%) y la relación inversa fue más evidente en Europa (8 estudios; RR=0,78; 22%). En otro meta-análisis reciente, sobre 21 estudios prospectivos (997.464 participantes y 121.915 muertes), orientado a establecer la dosis-respuesta, también se observó la relación inversa entre el consumo moderado de café (hasta 4 tazas/día) y la mortalidad total (reducción del 16%) y cardiovascular (reducción del 21%)
-¿Qué se entiende exactamente por consumo moderado de café?
Cuando hablamos de consumo de alimentos o bebidas no alcohólicas, no es fácil establecer el concepto de consumo moderado para personas sanas. Sin embargo, en relación con el café, la mayoría (si no todos) de los estudios epidemiológicos incluyen alguna forma de análisis de la dosis-respuesta y, por lo tanto, una aproximación a lo que sería recomendable en los consumidores de dicha bebida. En este sentido, existe cierto consenso en que un consumo moderado de café, en España, equivaldría a unas 3-4 tazas, con independencia de la forma de consumirlo: solo, cortado, con leche, etc,.. No obstante, y a pesar de las evidencias a favor, ninguna sociedad científica ni política sanitaria recomienda el consumo de café en la población general, en tal caso su moderación en los consumidores habituales.
Pero no quisiera dejar de introducir un elemento de debate: la mayoría de los consumidores de café buscan, además del disfrute de sus aromas, sabor, etc, aumentar el grado de alerta y atención. La razón está en el contenido natural de cafeína, unos 100 mg en una taza de café expreso. Sin embargo, el consumo de bebidas carbonatadas, o no, que contienen cafeína es muy elevado entre los adolescente y adultos jóvenes que, probablemente, también buscan en efecto estimulante. Personalmente, prefiero una buena taza de café.

Doctor Mariano de la Figuera
Fuente: Dr. De la Figuera
-¿Podemos fiarnos de la sal baja en sodio, la sal del Himalaya, sal yodada Pansalt, etc...? ¿Tienen menos incidencia en la presión arterial?
Con permiso de los fabricantes, la sal es sal, tal como la entendemos los consumidores. Debemos recordar que, entre los sabores básicos, está el 'salado', reconocido por unas papilas gustativas sensibles a la recepción de iones procedentes de la sal común (Cloruro Sódico, NaCl). ¿Y qué es lo que reconocen estas papilas en contacto con estas sales del Himalaya y afines? Pues el sabor de la sal (NaCl) que contienen, hasta un 98% del residuo seco. Por lo tanto, su efecto presor es el mismo que el de la ‘sal común’. En relación con la sal yodada a la que Ud. hace referencia, no me ha sido posible acceder, a través de Internet, a su composición. Pero, en general, la composición presente en más del 90% es de NaCl, por lo que en relación con su efecto sobre la presión arterial podemos afirmar lo ya dicho anteriormente sobre la sal común o marina.
Existen sales dietéticas ‘bajas en sodio’ que sustituyen el NaCl por Cloruro Potásico, pero el 50% sigue siendo sal común. Conviene recordar que este elevado contenido en sales de potasio puede ser un problema en pacientes que tienen una función renal alterada o reciben tratamiento con fármacos inhibidores del sistema renina angiotensina.
-¿Vale tomar sal de forma moderada o normal como un normotenso, y tomarse cada día la pastilla o las pastillas para la hipertensión para compensar?
Es cierto que, hace años, se observó que el efecto antihipertensivo de una determinada clase de fármacos era, hasta cierto punto, independiente del consumo de sal. Pero estoy convencido de que estos datos no salieron a la luz pública. Por lo tanto, ante su pregunta, lo que debemos siempre plantearnos los profesionales de la salud es que el problema del cumplimiento terapéutico es de primera magnitud. Esto es así, tanto para el tratamiento farmacológico como sobre los necesarios cambios cardiosaludables en los estilos de vida, entre ellos la reducción del consumo de sal.
-¿Puede consumir bebidas con gas (agua carbonatada) el paciente hipertenso, si hasta la fecha lo ha hecho habitualmente?
Las bebidas con gas tienen un considerable contenido en sodio, en forma de diversas sales. Por lo tanto, es conveniente limitar su consumo, especialmente entre los hipertensos con mal control habitual de sus cifras de presión arterial, a pesar de recibir un tratamiento antihipertensivo correcto.