Redacción Farmacosalud.com
Tres de cada cuatro españoles sufren síntomas como hinchazón de estómago, ardores, indigestión o náuseas, como consecuencia de los excesos cometidos durante las celebraciones navideñas, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) sobre 2.400 personas. El 38% de los adultos españoles realiza entre dos y tres comidas extraordinarias con familiares y amigos durante las fechas navideñas y siete de cada diez afirma excederse con la comida y la bebida. Para evitar los problemas derivados, los expertos recomiendan comer y beber con moderación, planificar bien los menús, limitar los dulces, practicar ejercicio físico y, si el farmacéutico lo aconseja, tomar preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el cardo mariano.
Según datos de INFITO y la SEDCA, una de cada cinco personas hace hasta seis o más comidas durante las Navidades. “El acumulo de excesos durante tantos días puede provocar sobrecarga digestiva y digestiones pesadas, ya que son comidas con muchas calorías, grasas y mucha sal. Así, pueden aparecer síntomas como hinchazón y ardor de estómago, dolor estomacal, náuseas, vómitos, diarreas y malestar”, asegura el doctor Juan Carlos Ocaña, profesor clínico de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcalá y miembro del Grupo de Fitoterapia de SEMERGEN. Además, también puede contribuir a un incremento de “los niveles de colesterol y triglicéridos, alteración del sueño, ansiedad y, sobre todo, aumento de peso”, indica.
Cardo mariano y alcachofa, beneficios para la salud
El alcohol “es el nutriente más calórico de todos y puede irritar la mucosa gástrica, dando lugar al ardor de estómago, y sobrecargar de trabajo al hígado”, explica el doctor Ocaña. Además, en el caso de los licores conocidos como digestivos, “existe un falso mito porque lo que hacen es dificultar la digestión con problemas de acidez”, añade. Tres de cada cuatro personas consumen alcohol durante estas fiestas, y más de un tercio reconoce sufrir resaca, según datos de INFITO y la SEDCA.
Para evitar estos trastornos, este experto recomienda moderar la ingesta tanto de comida como de bebida, planificar los menús, hacer cinco comidas diarias sin anular ninguna, comer despacio, limitar los dulces y practicar ejercicio físico. Además, añade, “puede resultar útil la toma de preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el cardo mariano, que ayudan a proteger el hígado y mejorar su función para facilitar la digestión de sustancias grasas”. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado recientemente el uso terapéutico de esta planta medicinal como medicamento tradicional para afecciones digestivas relacionadas con la función hepática. Por otro lado, las hojas basales de alcachofa “ayudan también a depurar y desintoxicar el organismo por lo que pueden ser útiles para tomar después de los excesos”, comenta. Según la encuesta realizada por INFITO y la SEDCA, uno de cada cuatro adultos afirma tomar alguna de estas dos plantas medicinales para compensar los excesos de comida y de bebida.
El cardo mariano, gracias a la silimarina, “ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el hígado, como las originadas durante los excesos navideños”, subraya Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de INFITO. Esta especialista recomienda “tomarlo en forma de preparados farmacéuticos estandarizados con antelación para prevenir el daño que pueda causar la sobreingesta”. La profesora Ortega recuerda la importancia de acudir a la farmacia, “pues en ella encontraremos estos preparados con garantías de seguridad y eficacia y recibiremos el consejo del farmacéutico sobre lo más útil en cada caso”.
Calorías excesivas
Durante las Navidades, es frecuente que muchas personas incrementen su peso. La estadística dice que se suelen engordar entre dos y cinco kilos de media, según datos de la SEDCA. “El sobre exceso de calorías en una sola comida se acaba acumulando en forma de grasa sin apenas gasto energético, puesto que se tiende al sedentarismo y a no practicar ejercicio físico”, apunta Andrea Calderón, nutricionista de la SEDCA. Cada comida navideña contiene cifras superiores a las 1.100 Kcal, “a las que se añaden las bebidas alcohólicas, lo que supone casi lo recomendable para un solo día y cerca del 50 o 60% de la energía requerida”, afirma. Tanto las comidas como las cenas suelen incluir mariscos, sopas o verduras como entrantes; asados de carnes o aves, y pescados como el besugo o el bacalao, como segundos, y postres como los típicos dulces navideños o diversas tartas. “Una cena de Nochebuena puede contener una media de 1.200 calorías y una comida unas 1.090”, comenta.
El ranking de excesos por comunidades lo lidera Cantabria, donde una comida típica que se compondría de caracoles a la montañesa, cochinillo o lechazo al horno y torrijas o sobaos de postre, tiene unas 1.400 calorías. En el puesto de los menos calóricos se sitúan la Comunidad Valenciana (paella, ensalada o coca y ‘pastissets’) y Galicia (mariscos y pescados).
La clave para evitar molestias como la hinchazón de estómago, los ardores o el malestar, según esta experta, radica en cómo se cocinen los alimentos y mezclen los ingredientes. Los presentados en crudo o poco cocinados, “son difíciles de masticar y, por tanto, de digerir, por lo que es mejor hacerlos en forma de crema o puré que en ensalada”, explica Calderón. Por otro lado, deben evitarse “los platos muy grasos, como ciertas sopas o consomés, los que estén muy condimentados, picantes o ácidos y los flatulentos, como las coles, repollo o legumbres”. Además, “en el postre hay que optar por algo más ligero e intentar huir de frutas ácidas como las fresas, mandarinas o naranjas, o platos con volumen, como los suflés, para no favorecer las náuseas”, indica. En cuanto al plato principal, Calderón aconseja pronunciarse preferiblemente por el pescado, “de más fácil digestión, aunque también podemos incorporar un ave que tiene menos grasa”. Además, recomienda optar por comidas ligeras, con abundancia de frutas y verduras y sin alcohol los días sin fiesta, “para permitir descansar a nuestro aparato digestivo”, concluye.
Conducta de alimentación: mediador entre genética y ganancia excesiva de peso
Los estudios genéticos y genómicos enfocados a la conducta de alimentación se centran en dos niveles. “Por un lado, está la influencia genética en la conducta de alimentación referida a la obesidad común. En este sentido, la conducta de alimentación sería un mediador entre la susceptibilidad genética y la ganancia de peso corporal”, ha explicado el Prof. José Luis Santos, de la Pontificia Universidad de Chile, en Santiago de Chile, y expresidente de la Sociedad Chilena de Nutrición.
El otro nivel se refiere a los diferentes tipos raros de obesidad causados por mutaciones en un solo gen. Aunque se trata de enfermedades muy poco comunes, “el estudio de estos pacientes lleva a un mejor conocimiento biológico de los factores reguladores del peso corporal y al desarrollo de nuevas terapias”, ha puntualizado el investigador, quien ha añadido que “la inmensa mayoría de las mutaciones que afectan a las formas raras de obesidad severa de tipo monogénico operan a través del incremento de la ingesta, en lugar de hacerlo sobre el gasto energético”.
1,7 millones de adultos en España, en riesgo de desnutrición
En España se calcula que un total de 1,7 millones de adultos se encuentran en riesgo de desnutrición, según ha trascendido con motivo de Eurobuilding y la 3ª conferencia de la Optimal Nutrional Care For All (ONCA), organizada por la European Nutrition for Health Alliance (ENHA), con el patrocinio del Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad, y la participación activa de miembros de la Alianza másnutridos.
La desnutrición relacionada con la enfermedad supone un lastre para la recuperación de los pacientes, ya que aumenta las complicaciones (tanto infecciosas como no infecciosas), la mortalidad y disminuye su calidad de vida. Además, los cuidados y tratamientos de un paciente crónico, que además padece desnutrición, requieren la inversión de más recursos, y más costes, que los de un paciente crónico sin desnutrición. Por todo esto, los expertos referentes en el ámbito de la nutrición y los profesionales de salud, así como asociaciones de pacientes, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Industria deben trabajar juntos para que cada paciente reciba el cuidado nutricional necesario.
En España uno de cada cuatro pacientes hospitalizados presenta desnutrición al ingreso hospitalario, y esta condición puede empeorar durante la estancia en el hospital[1]. Además, sólo en hospitales la estancia media de un paciente anciano desnutrido es de 11 días mientras que en un paciente normonutrido es de 8 días[1].
El valor de los ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 como nutrientes
Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) Omega-3 son nutrientes esenciales que intervienen en diferentes procesos fisiológicos a lo largo de las distintas etapas de la vida. Dada su importancia para la salud en las diferentes etapas de la existencia, sumado al hecho de que el ser humano tiene escasa capacidad de sintetizar los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, hacen que la cantidad diaria recomendada sea, en general, de 250 mg/día (EPA + DHA), que se puede alcanzar con un consumo adecuado de pescado graso (‘azul’) principalmente (2-3 raciones por semana). Otras fuentes alimentarias que pueden ser relevantes en el conjunto de la dieta son los frutos secos y las leches enriquecidas, entre otras, siempre en el contexto de una dieta variada, equilibrada y con adecuada densidad nutricional.
Así lo ha puesto de manifiesto el Prof. Ángel Gil, Presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, en la conferencia extraordinaria ‘La leche como vehículo de salud. Ácidos grasos poliinsaturados Omega-3: ingestas recomendadas y actuales, fuentes dietéticas y efectos en la cognición y salud cardiovascular’, que ha tenido lugar en el marco de la XVII Reunión de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ). Este informe, impulsado por la Fundación Española de Nutrición (FEN) y FINUT, y que ha contado con la colaboración del Instituto Puleva de Nutrición, recoge la evidencia científica actual en cuanto al valor de los ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 para la salud humana y sus principales fuentes dietéticas, y analiza las ingestas actuales y recomendadas de la población española. Estos nutrientes son beneficiosos en el control de determinados factores de riesgo cardiovascular, por lo que, tal y como manifestó Gil “su consumo es totalmente recomendable para la prevención de la enfermedad cardiovascular”.
Nutrición de precisión y educación nutricional, grandes desafíos
Las principales enfermedades crónicas de carácter no transmisible son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, el cáncer y las enfermedades inflamatorias pulmonares. Estas patologías están creciendo en todo el mundo y suponen una carga muy importante para los sistemas de salud en todos los países. Su desarrollo e incremento se debe, en gran parte, a los nuevos estilos de vida y, en especial, a los cambios producidos en los patrones de alimentación, así como al sedentarismo. Durante la XVII Reunión de la SEÑ los expertos han hecho hincapié en la importancia de esta realidad y en que los gobiernos deben establecer políticas públicas de educación nutricional a todos los niveles (estatal, escolar, familiar) para hacer frente a esta situación. “Es necesaria la creación de medidas educacionales y de intervención sobre nutrición, que estén dirigidas y enfocadas al beneficio de la población general. Y es que, con los conocimientos que disponemos a día de hoy y si se implementaran acciones dirigidas a la población general se podría disminuir hasta el 50% la incidencia de estas enfermedades crónicas”, comenta Gil.
Según el profesor, “estas medidas generales, deben de ir en paralelo a la nutrición de precisión, centrada en el individuo. Estas dos ideas son los grandes desafíos en Nutrición para las próximas décadas”. Este tipo de nutrición, similar a la personalizada, “consiste en conocer a los individuos o a los grupos de individuos que comparten determinadas características genéticas y por tanto, tienen mayor o menor susceptibilidad a ciertas enfermedades crónicas”. Es decir, busca conocer más información sobre el paciente como enfermedades asociadas (hipertensión, diabetes, hipersensibiliddad), variaciones genéticas, antecedentes familiares, gustos y aversiones por los alimentos, situación social y religiosa, actividad física que realiza, intolerancias, etc.
Muchos españoles consideran que la obesidad en España es mayor que en otros países
Desde hace años, los datos existentes acerca de la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en España resultan alarmantes, teniendo en cuenta el crecimiento que se ha dado en los últimos tiempos. Esta enfermedad se ha convertido en un problema de salud pública debido al cada vez más alto número de personas a las que afecta. En el marco de la campaña “Prevención de la Prevención de la Obesidad. Aligera tu vida” de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) junto con la participación de la agencia de comunicación Berbés Asociados, los españoles han respondido, a través de una nueva edición de la pregunta IMOP-Berbés -iniciativa de IMOP y Berbés Asociados- acerca de los problemas de obesidad y sobrepeso que afectan a la población.
Según los resultados obtenidos, un tercio de los españoles (33%) considera que la obesidad y el sobrepeso en España son mayores que en otros países de nuestro entorno cultural y socioeconómico. A ello se añade un 40% que cree que son similares, mientras que un 20% de la población opinan que son menores. De estos datos se extrae que existe una clara sensación entre la población de que, tanto la obesidad como el sobrepeso, son problemas destacados, existiendo mayor conciencia del problema español entre la gente con estudios universitarios.
La mayoría de los españoles no sigue los hábitos de la dieta mediterránea
La información desprendida de las evaluaciones nutricionales de las distintas poblaciones son una herramienta imprescindible para las políticas de salud pública. En el caso de España, estos estudios nutricionales presentan unos patrones alimentarios muy similares a los de países de nuestro entorno, especialmente los del sur de Europa. A pesar de lo recomendado, los españoles no tenemos una adherencia importante a la dieta mediterránea, eso sí, tal y como afirma el doctor Emilio Martínez de Victoria, catedrático de Fisiología e Investigador del INYTA (Universidad de Granada) y miembro del Comité Científico de la FINUT: “Seguimos conservando hábitos propios de esta dieta como la grasa añadida o el aceite de oliva, que nos diferencia de otros países del centro y el norte de Europa”.
Esta ha sido una de las ideas destacadas durante el Curso Internacional: Evaluación nutricional y de estilos de vida de poblaciones, celebrado en San Miguel de Tucumán, Argentina, y organizado por FINUT. En este sentido, los profesionales reunidos han apuntado que, actualmente, además de los hábitos alimentarios, el consumo de alimentos y los patrones dietéticos, el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades pasan por hábitos de vida saludables que incluyen actividad física regular, comportamientos no sedentarios, tabaco, alcohol y una nueva vertiente la sostenibilidad ambiental. Así, el caso de España se aleja relativamente de este patrón ya que: “Entre la población adulta joven (entre 20 y 40 años) existe un porcentaje importante con comportamientos claramente sedentarios y que no alcanzan las recomendaciones de actividad física de al menos 30 minutos diarios, 5 días a la semana”, resalta el doctor Martínez Victoria.
Los laboratorios dedican un 3% de inversión publicitaria a productos adelgazantes
La prevalencia de la obesidad está viviendo un constante incremento en los últimos años, tanto a nivel global como en nuestro país. Debido a ello, son muchos los organismos públicos y empresas privadas que realizan campañas para luchar contra esta enfermedad. La publicidad es, muchas veces, uno de los métodos empleados para crear concienciación social sobre ello. Son constantes los anuncios sobre productos adelgazantes, alimentos bajos en calorías o clínicas de operaciones estéticas. Con la intención de conocer más en profundidad las campañas sobre publicidad contra la obesidad, la empresa de investigación Arce Media y la agencia de comunicación Berbés Asociados han llevado a cabo un nuevo estudio Arce Media-Berbés para aportar información sobre la publicidad que se ha realizado en los medios contra la obesidad durante 2015.
Según los resultados obtenidos, los laboratorios farmacéuticos dedican un 3% de su inversión publicitaria a los productos adelgazantes. Entre los medios elegidos para difundirla destaca la televisión, que copa un 74% de la publicidad de los laboratorios sobre los compuestos para perder peso, seguida a gran distancia por los medios impresos (16%) y la radio (9%), además del 2% que concentran el resto de medios.
Referencias
1. Nutr. Hosp. vol.27 no.4 Madrid jul.-ago. 2012. Prevalence and costs of malnutrition in hospitalized patients; the PREDyCES®Study. M. Planas Vila1 J. Álvarez-Hernández2, A. García de Lorenzo3, S. Celaya-Pérez4, M. León-Sanz5, P. García-Lorda6 and M.Brosa7